Publicado el 27 noviembre 2018 en Arquitectura Sostenible
La construcción modular es una de las tendencias clave en la actualidad. Se trata de una solución constructiva que consiste en un sistema de creación y ensamble de módulos estandarizados habitables que permiten crear espacios únicos de diseño. Sus múltiples ventajas la convierten en una opción cada vez más recurrente.
En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de charlar con el gerente de Zero Housing, una empresa que se dedica a la construcción de casas modulares y sostenibles.
Entrevista
Isabel Fernández: ¿Qué es y cómo nace Zero Housing?
Sergio Pereiras: Zero Housing es una empresa dedicada a la venta, fabricación y ejecución de todo tipo de edificaciones basadas en conceptos modulares o industrializados de altas prestaciones. Esta empresa con este modelo de negocio nace a principios de 2018, pero está constituida por profesionales con décadas de experiencia en el sector de la construcción y eficiencia energética. Digamos que Zero Housing es una constructora del siglo XXI.
I.F.: Una de las características que os diferencia es que vuestro trabajo comprende tanto las fases iniciales de estudio y diseño, atribuidas al arquitecto, como las finales de obra y ejecución, desempeñadas por el constructor. ¿Cómo lo hacéis posible?
S.P.: Zero Housing contempla todo el desarrollo de un proyecto de principio a fin debido al conocimiento tanto de los integrantes internos de la empresa como de algunos colaboradores externos. La fase comercial la desarrollamos desde Zero Housing, donde vamos dando forma a las necesidades y demandas de cada cliente, ya que en Zero Housing no vendemos modelos prefabricados si no que nos adaptamos a cada proyecto.
Una vez que el departamento comercial dispone de toda la información aportada por el cliente y habiendo realizado las propuestas, se realiza una valoración inicial. Si la valoración inicial es aceptada por el cliente se comienza la relación contractual con el mismo, iniciando también la fase de diseño arquitectónico desarrollado por nuestro estudio de arquitectura Abejón-Fernández de A Coruña. En esta fase se generan los proyectos básicos y de ejecución en colaboración con el cliente, adaptándonos a sus gustos, necesidades y posibilidades de su terreno.
Una vez finalizado el proyecto, comenzamos en nuestras instalaciones industriales con la fabricación de los módulos o unidades industrializadas, donde en torno al 75% del proyecto es ejecutado en fábrica, dejando el 25% restante para trabajos de cimentación, posicionamiento, anclaje y remates finales en obra. Una vez realizado la certificación de final de obra, procedemos a entregar la vivienda.
I.F.: ¿Es sostenible la construcción modular? ¿Por qué?
S.P.: En nuestro caso, totalmente. Nuestro sistema constructivo utiliza para la estructura acero conformado, un material que al final de su vida útil vuelve el 100% a la cadena de valor al ser un totalmente reciclable. Este sistema constructivo se construye en seco, utilizando agua únicamente para la fase de cimentación en obra, por lo que el ahorro de agua es en torno a un 80% con respecto de sistemas de construcción tradicionales. Por ponerte un ejemplo, para la construcción de una vivienda de 150m2 se necesitan en torno a 20.000 litros de agua menos con nuestro sistema.
Gracias a que utilizamos programas B.I.M. para el cálculo y desarrollo de materiales y a un control exhaustivo en fábrica, apenas generamos residuos.
Uno de los puntos fuertes de nuestro sistema constructivo es la elevada eficiencia energética que ofrecen nuestras edificaciones, con la consecuente reducción de demanda energética para calefacción y refrigeración, por lo que las emisiones de CO2 emitidas a la atmosfera tienden a ser nulas.
Viendo cómo está el planeta a día de hoy, creo que estamos en un punto donde debemos comenzar a involucrarnos con la sostenibilidad en todo lo que hacemos, para los integrantes de Zero Housing es una cuestión de ética y principios.
I.F.: ¿Por qué crees que la construcción modular ha ganado tanto peso en los últimos años?
S.P.: Si somos pragmáticos y nos basamos en los datos, estos nos dicen que en el año 2017 la edificación modular no superó el 7% del total de obra nueva, pero el crecimiento de los sistemas modulares entre el 2015 y 2017 se incrementó en un 250%. Estos datos son indicadores de que la normativa y la sociedad acepta y requiere este tipo de sistemas constructivos y que tenemos ante nosotros un crecimiento exponencial enorme.
El motivo de este incremento tan elevado se basa fundamentalmente en dos aspectos. En primer lugar, el cambio de paradigma en el sector y cambio de los modelos económicos, donde la industria 4.0 emerge como referente y donde la producción masiva deja paso a la optimización y productividad adaptada. Y, en segundo lugar, las exigencias normativas cada vez más altas relativas a eficiencia energética, acústica, fuego y salubridad donde sistemas constructivos modulares sostenibles y eficientes se adaptan perfecta y rápidamente, al contrario que los sistemas tradicionales, los cuales fueron ideados, desarrollados y utilizados para otros entornos y escenarios.
I.F.: ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la edificación modular respecto a la tradicional?
S.P.: No existen ventajas de la edificación modular como tal ya que cada empresa tiene su sistema constructivo que en unos casos aporta ciertas ventajas y en otros no. En el caso de Zero Hosing una de las ventajas es la personalización. Hoy en día decantarse por una vivienda modular en la mayoría de los casos es tener que adaptarse a un modelo o estética determinada, en este punto hemos querido diferenciarnos ya que creemos que cada vivienda tiene que ser diseñada para cada necesidad, entorno y terreno.
La segunda ventaja es la versatilidad, ya que nuestro sistema constructivo cumple con todas las exigencias normativas por lo que nos permite la realización de cualquier tipo de edificación, ya sea vivienda residencial unifamiliar o plurifamiliar, edificación en altura, recrecido de edificios existentes, obra pública, administrativa, servicios….
Otra de las ventajas es la eficiencia energética. Nuestro sistema con configuraciones estándar aporta rendimientos de consumos energéticos mínimos en nuestras edificaciones, pudiendo ofrecer consumos nulos completamente, lo que reduce el impacto de emisiones y costes energéticos. Fundamental es también la certidumbre, pues Zero Housing aporta plazos de ejecución y precios concretos sin desviaciones. Además, al ser un proceso industrializado, el cuidado y la protección de los materiales es total y nos permite tener un control de calidad mucho más exigente.
Y, por último, la sostenibilidad. Proponemos edificaciones con mínimas exigencias energéticas y de bajas emisiones, nuestro sistema permite el reciclado de más de 90% de los materiales utilizados al final de la vida útil del edificio, apenas utilizamos agua y prácticamente no generamos residuos en el proceso productivo en fábrica ni en la parcela debido a nuestro modelo de planificación productiva y proceso de ejecución.
Con respecto a las desventajas, los sistemas modulares tienen un hándicap que es el volumen de los módulos a transportar. Si el acceso al terreno es complicado puede dificultar un poco las labores de acceso y posicionamiento, no es nada determinante, ya que desde la fase de diseño inicial podremos ajustarnos a ese condicionante.
Fotografía. Obra de Zero Housing en A Coruña.
I.F.: ¿Con qué tipo de materiales soléis trabajar?
S.P.: La esencia del sistema de edificación Zero Housing se basa en tres pilares inamovibles: El sistema estructural del edificio realizado en acero, adecuado en diseño y secciones a cada proyecto; los sistemas de cerramientos realizados con paneles prefabricados de última generación de la empresa Thermochip, los cuales nos aportan toda la eficiencia energética y aislamiento térmico que necesitemos, aislamientos acústicos súper elevados, una resistencia y reacción a fuego que hace que nuestras viviendas sean las más seguras del mercado aportando clasificaciones requeridas para edificios públicos y una hermeticidad e impermeabilización fundamentales para evitar condensaciones y corrientes de aire. Y, en tercer lugar, el sistema de ventilación mecánica con intercambiador de doble flujo, que permite la renovación de todo el aire interior de la vivienda entre tres y cuatro veces al día sin necesidad de abrir puertas y ventanas. Así mismo esa renovación impulsa el aire filtrado y atemperado del exterior hacia el interior de la vivienda para tener aire puro y mantener una temperatura y salubridad constante en nuestras viviendas.
En lo referente a materiales de acabados tanto interiores como exteriores podemos adaptarnos a las exigencias o gustos de cada cliente.
I.F.: Especializados en edificios de energía casi nula, ¿cómo ha evolucionado la demanda de este tipo de viviendas en los últimos años?
S.P.: Zero Housing es especialista en ECCN (Edificaciones de Consumo Casi Nulo) ya que con los espesores de aislamiento más bajos estamos por encima de la exigencia normativa en zonas climáticas A, B y C. Para zonas climáticas D y E incluso para sistemas de consumo Zero, sólo tenemos que dimensionar los paneles de cerramiento y el resultado será obtenido sin necesidad de generar grandes impactos económicos a nuestros clientes.
A partir del 1 de enero de 2019 todos los nuevos edificios del sector terciario deberán ser ECCN, y a partir del 1 de enero del 2021 todos los edificios del sector residencial. Por este motivo la demanda va a crecer de manera exponencial, dentro de unos años creo que los sistemas de construcción tradicionales tal y como los conocemos ahora dejarán de existir, como los vehículos de combustión de recursos fósiles.
I.F.: Y, para terminar, ¿cuál es tu percepción sobre la arquitectura sostenible en la actualidad?
S.P.: En Zero Housing creemos que la arquitectura sostenible actualmente es una necesidad ética y moral, así como deberían de serlo otros ámbitos sociales y económicos.
Desde Zero Housing proponemos la sostenibilidad y un mejor futuro como elementos de nuestra filosofía, aportando edificios de altísimas prestaciones con unos costes similares a los tradicionales, donde el cliente sólo tiene que soñar, y nosotros hacerlo realidad.